«Todas las fuerzas de cura en la naturaleza son femeninas: las plantas, las aguas, las cobras… la prueba es que una mujer menstruada puede matar una planta por la fuerza que tiene dentro. Por eso, cuando tomamos la medicina indígena y participamos en las ceremonias, recibimos tanta luz que muchos hombres no lo pueden soportar».🗯️

Katia Luiza Hushahu, la autora de estas palabras, pertenece a lo que llaman «nuevas generaciones de Amazonas 2.0«, indias de linaje amazónico que han aprendido a usar las redes sociales para lanzar mensajes como este.⛲

Su reivindicación para que la dejasen ser dueña de su propia libertad chamánica fue muy dura.🗽

Porque, hasta hace no demasiado tiempo, ser una «mujer medicina» o una «paje» o «chamana» en las tribus amazónica era algo impensable.

Al contrario que en las tradiciones mesoamericanas (mayas, huicholes, etc) o del norte del continente (Siux, Dakotas), dónde la «abuelas» detentan ese don del espíritu, en las tradiciones amazónicas ese espíritu femenino vivía acorralado.🚫

Hace un par de décadas, Hushahu, junto a su hermana Putani, protagonizaron un insólito cambio de costumbres en la arraigada tradición de los Yawanawa, una tribu del Jurua, en la Amazonia brasileña.🇧🇷

Sus maridos, sus padres, sus hijos, los hombres de su pueblo, no les dejaban compartir sus plantas -la Ayahuasca o Uni y el rapé principalmente- en los rituales comunitarios «porque siempre fue cosa de hombres».

Hasta que un día decidieron rebelarse… 👁️‍🗨️

Primero fueron a quejarse al Tatá «abuelo», de la tribu, un viejo centenario que escuchó sus demandas y accedió a otorgarles la oportunidad que pedían si antes conseguían demostrarle, a través de sus cantos, que estaban preparadas realmente para dirigir sus propias ceremonias.

🍄El Tatá las envió a la Aldea Sagrada de los Yawanawa, situada en la cabecera del río Gregorio -la última de todo el universo de esta tribu y prohibida por entonces a los blancos- para que hiciesen su dieta y recibiesen su instrucción espiritual.

Allí permanecieron un año, solas, en medio de la Floresta, dietando y tomando sus medicinas. 🌸

Hasta que la Instrucción llegó. 🙏🏻

De vuelta a la aldea del Tatá, le presentaron sus cantos en una ceremonia pública y el hombre les ofreció para siempre su padrinazgo, ordenando a los pajes y caciques de la tribu que a partir de ese momento esas dos mujeres, sus pupilas, eran libres de hacer sus propias ceremonias.

La última ceremonia con el Tatá vivo la hicieron en Río Branco en 2016, durante la celebración de la II Conferencia Mundial de la Ayahuasca organizada por ICEERS, ante 200 personas y un mes antes del fallecimiento del mítico chamán.

Hoy, Hushahu y Putani tienen su propia agenda y lideran un movimiento fuerte de reafirmación de la identidad de las mujeres yawanawa, de las mujeres indigenas en general.✌🏻

.,…,.,..

*Para saber más un artículo de Lucas de la Cal y un vídeo de las propias mujeres Yawanawas